El envejecimiento paulatino de la población española, el retraso en la edad de jubilación, la importancia de las pensiones en el contexto económico son temas que, en los últimos tiempos, han sido, y son, bastante habituales en los medios y en las conversaciones a pié de calle. Es por ello que, desde Creed España, nos hemos querido acercar a un segmento de la población íntimamente ligada a estos debates y que, en el año 2012, ha pasado a representar algo más del 17% del total poblacional.
Así, atendiendo a cifras publicadas por el INE hasta fechas recientes sobre la población española mayor de 65 años, podemos obtener algunos detalles interesantes.
En el año 2012, la población censada en España mayor de 65 años (inclusive) ascencía a 8.222.196 personas, lo que representa el 17,4% sobre el total de los habitantes del país. Su incremento desde el año 1996 ha sido de algo más del 11%, lo que, obviamente, refrenda en cifras la realidad del envejecimiento paulatino de España, levemente frenado en en los primeros años del siglo por fenómenos como la inmigración.
[Es importante reseñar, además, que, en términos demográficos y de forma general, se aprecian significativas diferencias entre las regiones de la mitad norte peninsular y el Sur. Mientras en las primeras se han venido registrando menos nacimientos a lo largo de los años, en la segunda la edad de procreación se adelanta, lo que conlleva que el Norte sea “responsable”, en parte, del aumento de la edad media de la población]
Aproximadamente el 20% de estas personas, los mayores de 65 años, viven solas. Este porcentaje no ha parado de crecer, a un ritmo lento pero constante. Se ha estimado un aumento aproximado del 25% en los últimos 20 años y, atendiendo a la distribución geográfica de los datos, se puede aseverar que en las regiones del sur peninsular residen menos personas que viven solas, aunque, curiosamente, son tanto Galicia como Navarra, al Norte, las regiones donde parecen estar más acompañadas.
En relación a las pensiones, durante los últimos 20 años se ha producido un incremento de, aproximadamente, 20 pensiones contributivas por cada 100 habitantes de 65 o más años, si bien desde el año 2000 esta cifra se ha estancado e incluso ha manifestando un levísimo descenso medio (siempre teniendo en cuenta como último año de referencia 2010) con valores “valle” a mediados de la pasada década.
Por regiones, la tendencia es similar y consecuencia de lo ya contemplado en puntos anteriores. Galicia y Cataluña son las áreas con mayor número de pensionistas y Castilla-La Mancha la que menos.
El número de mayores que no perciben ningún tipo de pensión, ni contributiva ni no contributiva, es del 36,73%, si bien esta cifra supone un descenso de cerca del 10% con respecto a las cifras registradas durante la década de los 90.
Por último, el número de plazas de residencia existentes en el país ascendía, en el año 2008, a cerca de 330 mil, lo que representaba aproximadamente el 8% de la población mayor de 75 años, principales usuarios potenciales de las mismas. El incremento experimentado durante los últimos años ha sido importante en términos absolutos (en 1991 apenas se llegaba a las 200 mil), si bien el incremento porcentual se cifra en apenas dos puntos, debido principalmente al crecimiento global de la población española y, en menor medida, al ya mencionado envejecimiento de la población.
Con este pequeño análisis, esperamos haber contribuido a que se conozca un poco mejor a este segmento poblacional que parece haber adquirido cierta notoriedad e importancia en la realidad diaria de este país.
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