¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas ubicaciones parecen ser un imán para el fracaso empresarial?, ¿has notado que hay ciertos lugares que parecen condenados al fracaso comercial?, ¿por qué, a pesar de todo el esfuerzo y la inversión, los negocios en esa ubicación simplemente no funcionan?
Pues bien, en esta ocasión, vamos a explorar algunas de las razones más comunes por las que una ubicación específica puede ser un dolor de cabeza para los emprendedores.
Demografía desfavorable: Si la ubicación no es atractiva para el público objetivo, el negocio tendrá dificultades para tener éxito. Por ejemplo, una tienda de productos para bebés en una zona donde la mayoría de la población es soltera y sin hijos probablemente no tendrá una gran cantidad de clientes.
Competencia abrumadora: ¿Qué pasa cuando hay demasiados negocios similares en la misma zona? Esto puede dificultar que los clientes se interesen en visitar tu negocio en lugar de los demás.
Accesibilidad limitada: Si la ubicación es difícil de llegar o está mal conectada con las principales vías de transporte, es posible que los clientes se desanimen a la hora de visitar el negocio.
Falta de visibilidad: ¿Qué pasa si la ubicación está escondida en un callejón sin salida o no es visible desde la calle principal? Esto puede hacer que sea difícil que los clientes encuentren el negocio.
Imagen pública negativa: Si la zona tiene una mala reputación o imagen pública, es posible que los clientes se desanimen a la hora de visitar el negocio.
Costos elevados: El alquiler o la propiedad en una zona pueden ser muy caros, lo que puede hacer que el negocio sea poco rentable.
Falta de infraestructura básica: Si la zona carece de servicios básicos como electricidad, agua o internet, puede ser muy difícil operar un negocio allí.
Ciclo de fracaso: Cuando un negocio tras otro fracasan en una ubicación, puede formarse un círculo vicioso. Los clientes potenciales pueden empezar a pensar que ese lugar es mala suerte para los negocios y evitarlo, lo que a su vez dificulta que el próximo negocio tenga éxito. Además, los propietarios de negocios locales pueden estar menos dispuestos a invertir en la zona debido a los antecedentes de fracaso.
Falta de apoyo local: Es importante tener una base de apoyo local sólida para cualquier negocio. Si la comunidad local no está interesada en apoyar a los negocios en la zona, es posible que sea más difícil tener éxito.
Cambios en la economía local: Factores como la recesión económica, la desaparición de industrias importantes o la gentrificación pueden afectar negativamente la economía local y hacer más difícil tener éxito en los negocios.
Estas son solo algunas de las muchas razones por las que una ubicación específica puede tener dificultades para tener éxito en los negocios. Sin embargo, aunque estos desafíos pueden ser reales, es importante recordar que también hay muchos ejemplos de negocios que han superado estas barreras y han tenido éxito en ubicaciones difíciles. Con la combinación adecuada de planificación, creatividad e innovación, es posible que los emprendedores encuentren un camino hacia el éxito, incluso en las ubicaciones más desafiantes.
Para el que esto suscribe, siempre quedará en la memoria una ubicación concreta en la que durante muchos años un negocio de videoclub funcionó a las "mil maravillas" hasta que la evolución tecnológica, la generalización de internet y, por que no decirlo, el pirateo indiscriminado de la primera década del nuevo siglo, fue fatal para el negocio, al igual que ocurrió con aquella famosa cadena, Blockbuster. A partir de ahí, una sucesión inabarcable de proyectos empresariales de diversa índole, desde una barbería hasta una tienda especializada en cervezas de importación, vieron pasar los días sin pena ni gloria preguntándose, a buen seguro, dónde se habían equivocado. En definitiva, el negocio de éxito se extinguió por razones totalmente distintas a las expuestas, instaurándose entonces un ciclo de fracaso como el descrito en el punto octavo. Probablemente, uno o varios puntos de los anteriormente reseñados tuvieron su influencia, pero, en común, lo más probable es que la disponibilidad de local y poco más determinaron la decisión, con el consiguiente riesgo inherente al desconocimiento del entorno circundante.
Los estudios de viabilidad no disponen de una varita mágica que determina de forma exacta el nivel de éxito de un futuro negocio. Desde Creed lo tenemos claro. Pero, desde luego, minimizan, y mucho, el riesgo y, como confiamos en nuestras técnicas, además de esta misma certidumbre aportamos algo a lo que, con el paso de los años, damos cada vez más importancia: la experiencia. A nuestros clientes no sólo les ofrecemos información, también le damos nuestra criterio informado, basado en multitud de actuaciones anteriores, respondiendo a una pregunta que, cada vez más, nos hacen al finalizar los estudios: ¿Qué nos parece el proyecto?.
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