Auditorías de mercado

Todas las empresas, en un momento u otro de su existencia, deben replantear su estrategia, la segmentación de su actividad, su posicionamiento, los ejes de desarrollo futuro, etc.

 

En la época de grandes y rápidas mutaciones que estamos viviendo, esta necesidad se hace más clara aún: la alternativa es navegar sin rumbo definido. La panacea no es seguir las tendencias generales de su sector, “ir a remolque” de los líderes, hacer “lo que todo el mundo hace”. Un esfuerzo de modernización tecnológica, por ejemplo, sin saber ni qué tecnología, ni cómo, ni por qué, ni para qué, ni hasta dónde, no es suficiente para ganar las batallas del futuro.

 

No existen “recetas” para el éxito empresarial en ningún sector de actividad, sino que existen tantas estrategias correctas como empresas: sólo una, la suya, la que le permitirá a Vd. aprovechar al máximo sus propias fuerzas a la vez que las oportunidades del mercado, esa estrategia, que podemos descubrir y diseñar con Vd. y para Vd., es “la buena”.

 

Los peligros más graves suelen aparecer de forma insidiosa; cuando la amenaza se vuelve evidente, existe una alta probabilidad de que ya sea demasiado tarde para actuar. Es muy fácil quedarse poco a poco “descolgado” de su mercado…

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Sin llegar tan lejos, pocas empresas explotan al 100% el potencial que tienen entre manos… ¿Por qué? Porque no conocen suficientemente bien su mercado.

 

Idealmente, todas las empresas deberían llevar a cabo auditorías o estudios de mercado de forma cíclica.

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Cuando no es el caso, conviene aprovechar los momento de duda, los momentos de sospecha, los indicios borrosos que parecen anunciar un relativo “cansancio” del mercado… Conviene aprovechar la voluntad innovadora, el afán de superación y las mentes abiertas cuando se manifiestan en la empresa… Conviene aprovechar estas oportunidades para decidirse a analizar racional y objetivamente su posición y su dirección en el mercado. Conviene hacerlo para poder rectificar y ajustar las políticas y los planteamientos, las costumbres y los vicios, ANTES de que empiecen a bajar las ventas o se escapen las oportunidades.