Llegados al final del tercer trimestre de 2013, uno de los aspectos más marcados en los últimos meses es el aumento de la importancia que el término “emprendedor” ha adquirido en la actividad española. Indicadores sociales y económicos, redes sociales, formación y movimientos por parte de las Instituciones y la Administración apuntan en una dirección que permita o favorezca el desarrollo de proyectos emprendedores.
Desde nuestro propio punto de vista, y confirmando esta tendencia, hemos visto incrementadas tanto las solicitudes de información como la firma de contratos orientados hacia un determinado tipo de estudio que pretende facilitar la entrada de estos nuevos proyectos en el mercado: los estudios de viabilidad empresarial e implantación comercial.
Tres son los aspectos que creemos son fundamentales en el éxito de este producto:
1. En primer lugar, son estudios relativamente flexibles a las posibilidades económicas del emprendedor. Sin duda, las diversas opciones en las que se fundamentan, permiten un alto grado de selección por parte del Cliente.
2. Se adaptan perfectamente a todo tipo de proyectos. Desde los estudios sobre productos tecnológicos hasta los orientados a la apertura de nuevos establecimientos comerciales (Horeca, retail, salud,…), numerosas propuestas metodológicas han permitido a estos nuevos emprendedores afrontar sus proyectos, o desecharlos por no presentar suficientes garantías de acceso al mercado.
3. Por consiguiente, permiten, por un coste asumible, minimizar de forma drástica los riesgos a los que se enfrenta el emprendimiento en sus fases iniciales. ¿Cuántos proyectos se han visto perjudicados por no disponer de suficiente información de mercado?
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